Primer Manifiesto al Armisticio
Se han silenciado los fusiles. Las bocas de las armas han dejado su discurso de fuego, ha cesado su hablar maldito. Marchan cabizbajos los sobrevivientes hacia su casa, si es que queda alguna. Ya no suena el estruendo de la guerra. Tal vez sea la hora de reconstruirlo todo. Que dé cada cual según su …